viernes, 15 de noviembre de 2013

De otoñada por el Berguedà

 Tras una hora de carretera llego al curso alto del río Llobregat. Que diferente es este río en este tramo, estoy acostumbrado a ver su curso bajo, en la desembocadura y me sorprende mucho.
El paisaje estaba espectacular, que variedad de colores, cada especie de árbol tiene un color diferente en sus hojas cuando pierden la clorofila. Amarillos, naranjas, rojos y toda la gama de ocres. Y para intensificarlos todavía mas se mezclan con los verdes intensos de los pinos rojos.
El día comenzó limpio y soleado y hacia medio día comenzó a cubrirse.

Robledales al pie del cortado.

Cerezos.

Robles, alisos, arces, pinos, encinas y mucho más.
Pequeña ermita en ruinas
Antigua construcción minera abandonada.
Y ya para finalizar el día y para reponer fuerzas para el regreso a la urbe me metí entre pecho y espalda un plato de croquetas de ceps (boletus), que mejor forma de terminar una estupenda jornada.